miércoles, 6 de agosto de 2008

HABLEMOS DE REFORMAS

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Desde el Monte: Si verdaderamente queremos hacer una reforma que refleje el interes del Estado como institucion y que garantice los derechos del ciudadano de este rico pais pobremente administrado, lo podemos hacer de una forma simple: volvamos a la constitucion del 63 tal vez la unica que consagra los verdaderos derechos del Dominiano, Y llevada a cabo por el unico politico Dominicano que se mantiene incorruptible en el tiempo. Establezcamos en ella las reglas claras para las operaciones del sector publico y privado, consignando sanciones drasticas a sus violaciones. Demos al pueblo el poder de elegir los jueces de la Suprema Corte de Justicia, de los tribunals ordinarios, jueces electorales, de la camara de cuentas, fizcales, gobernadores, regidores sin importar de cuantos partidos los elijan, diputados y senadores sin imponerle arrastre. Creemos constitucionalmente una Secretaria de Estado del Trabajo , cuyo incumbente sea electo por el pueblo y que tenga entre sus funciones suplir los empleados a cada una de las instituciones publicas y el de velar por sus derechos, dejemos al pueblo elegir su contralor. Consignemos el referendum revocatorio y el referendum para obras que excedan los cien millones de pesos y cuya ejecucion sobrepase el tiempo de duracion del gobernante de turno con sus respectivas sanciones a su violacion, que cada provincia maneje su presuspuesto.

El articulo 55 de nuestra constitucion es otra muestra de que no hemos avanzado como nacion. Este articulo fue una exigencia de Pedro Santana para tener poderes absolutistas con el argumento de que el Pais estaba en Guerra y las decisiones a tomar no podian estar sometidas a la burocracia institucional. El Articulo 55 de hoy es una copia del articulo 210 de la epoca Santanista, quien nunca creyo en la Dominicanidad y sin embargo sus restos fueron llevados, cual heroe nacional, por el Dr. Balaguer al Panteon Nacional. Una reforma constitucional real y justa debe eliminar de plano el articulo 55, y dar al presidente funciones administrativas no dictatoriales. El mundo es otro. Y mientras por un lado nuestros gobernantes pregonan la modernidad y la globalizacion, por el otro se aferran a dirigir el Estado como empresa propia en la que hasta la vida de los ciudadanos les pertenece.

Luce muy burocratico y en nuestros paises la burocracia es costosa e ineficiente. Claro por que es la burocracia impuesta por los gobernantes, no por las instituciones. Sin embargo el costo de implementer los mecanismos para que sea el pueblo quien tenga el poder de nombrar a quienes administran sus recursos y justicia, vista la incapacidad de los gobernantes y los partidos, seria infimo, minusculo, imperceptible, frente al dispendio, la administracion deficiente, el robo y los privilegios irritantes que cada dia exigen mas sacrificio del bolsillo de la clase media.

Reformemos la constitucion, y dentro de este sistema democratico demos al pueblo el poder.