lunes, 8 de diciembre de 2008

PRESIDENTE FERNANDEZ SE QUEDA SIN VOZ



Cuando el Partido de la Liberacion Dominicana se avocaba a la escogencia de su candidato presidencial en 1995, en el que participaban el Lic. Norge Botello, el Dr. Euclides Gutierrez Feliz y el Dr. Leonel Fernandez, aun viviamos y veiamos la politica como la actividad mas sublime a partir de la cual puede servirsele a una Nacion. Para esa epoca a pesar de todas las dificultades materiales y las deudas acumuladas con un pueblo sediento de justicia, justicia social, justicia penal a quienes por tanto tiempo la habian estuprado y justicia economica con una mejor distribucion de las vastas riquezas del pais que hasta ese momento solo servian a una minoritaria pero muy dominante clase, el mayor de los acuciantes problemas para entonces y desde mi optica era la desesperanza que se habia apoderado de los Dominicanos. Viviamos en un Pais sin futuro, donde no valia la pena ir a un aula academica, donde tener una idea o iniciativa era igual a tener un sueno frustrado, un pueblo postrado y dispuesto a esperar como premio de consolacion una hora tardia para partir.

Los meritos de los precandidatos eran incuestionables, Norge y Euclides eran estandartes de probidad con historia de lucha y sacrificio, con probada vocacion de servicio, con sobrada capacidad teorica y practica, solo tenian una debilidad ante un electorado formado y con un alto sentido de la valoracion, un gran respeto al merito y tambien con sed de llegar al poder con la finalidad de iniciar las transformaciones sociales que demandaba la Patria e iniciar el pago de esa deuda acumulada con el pueblo. Queriamos continuar sino terminar la obra de los padres de la Patria, para eso nos formo bosch. Esa debilidad era el discurso. Un discurso que seguia al pie de la letra los postulados doctrinarios del Boschismo pero carente del vinculo que devolviera la esperanza en un futuro a corto plazo, que no conectaba ironicamente, con los anhelos inmediatos de la base peledeista. Leonel Fernandez carecia de los meritos de los demas pero su discurso era su fortaleza. Representaba los anhelos del pueblo dominicano y los peledeistas pusimos el oido en el Corazon del pueblo, por esta vez.

Es el discurso del presidente lo unico que al dia de hoy lo diferencia de los demas politicos del patio, sigue siendo convincente para un porcentaje amplio de dominicanos que solo entiende el lenguaje de la fundita, la tarjeta, la botella o cualquier otra forma de parasistismo o para otro gran porcentaje que no puede existir fuera de las sombras del poder, que gusta de tener influencias, sacar presos, burlar la autoridad y sentir la libertad de los prebostes.

El presidente hara esta noche o hizo ya? Lo mejor que sabe hacer, usar la palabra. Palabra que una vez sono a esperanza y recorrio las venas de los sonadores, de los que nos exigimos seguir creyendo en la utopia, de los que creimos en Don Juan, palabra que hoy recorre los rincones nacionales sembrando el pesimismo, recordando las promesas incumplidas, como en mi pueblo, Ocoa, donde de un solo golpe anuncio 42 obras hace tres anos y ninguna se ha materializado, resonando en los oidos incredulos de quienes un dia tuvieron esperanza.

Hoy el presidente sembrara mas pesimismo, mas desesperanza, hoy, el discurso del presidente, otrora su fortaleza, obrara en su contra. Fuerte en el manejo del lenguaje, excelente oratoria, envidiable diccion, incontrovertible coherencia, pero ironicamente no conecta ya con los anhelos del pueblo dominicano, perdio su fuerza de convencimiento por estar divorciada de la practica.