lunes, 17 de noviembre de 2008
QUIEN SIEMBRA VIENTOS.........
DESDE EL MONTE: Corria el ano 1997 y el Partido de la Liberacion Dominicana se preparaba para la celebracion de su congreso cuatrenial. Los congresos del PLD fueron fundamentales para su crecimiento y consolidacion, no solo como organizacion con vocacion de poder sino, pricipalmente, como organizacion con vocacion democratica, transformadora y participativa. Un ano antes el PLD se habia convertido en el partido de gobierno, gracias al apoyo de quien habia sido su principal enemigo politico y contra quien se habia luchado a sangre y fuego y quien seis anos antes habia robado el derecho a gobernar del Prof. Juan Bosch. Para el ano 96 ya el Profesor carecia de las facultades mentales necesarias para evaluar el paso que daba su organizacion, para muchos peledeistas representaba la cicuta.
Los funcionarios del gobierno peledeista, en muchos casos, y a solo un ano de estar en el poder, habian perdido el aprecio de las bases del partido, quienes le acusaban de haber cerrado las puertas de sus despachos para sus antiguos companeros mientras las abrian de par en par a antiguos opositores, trepadores. Y mientras los peledeistas parecian arrinconados en el olvido de las dependencias estatales, los reformistas seguian ejerciendo el poder en la practica. Esa perdida de confianza en los funcionarios del gobierno se manifesto de muchas formas y muchas fueron las quejas canalizadas a traves del Secretario General del partido. La impotencia de esa base solo tenia un modo de espresion efectivo y era el congreso cuatrienal del PLD. Ansiosos esperaban el momento de poder sancionar, relevandolos de sus funciones dirigenciales en el PLD, a quienes, a su modo de ver las cosas, habian traicionado la predica boschista desde el poder, con la esperanza de que perdidas sus posiciones dentro del partido el presidente les sustituiria en el gobierno y los nuevos nombrados aprendieran la leccion y gobernaran con mas apego a los principios que los hizo acreedores de la confianza del pueblo durante 23 anos. Era ademas una forma de ayudar al Presidente a conformar un equipo de trabajo verdaderamente al servicio del pueblo, pero los planes del presidente nadie los sabia, al estilo Balaguer. El Presidente Leonel Fernandez, como todo politico del sitema, prefirio escuchar la voz de sus intereses y no los del partido, que para ese momento eran los del pueblo, y junto a sus nuevos subalternos, la mayoria altos dirigentes del partido, bloquearon la celebracion de dicho congreso, no solo aniquilando la unica oportunidad que tenia la base del partido para expresar libremente su frustracion al ver un ejercicio gubernamental contrario a la predica Boschista, si no ademas matando la oportunidad de corregir el rumbo de un gobierno que amenazaba con divorciarse de su mision principal que era terminar la obra iniciada por los Padres de la Patria, produciendo las transformaciones sociales y el adecentamiento del ejercicio politico desde el gobierno, peor que todo eso sembrando la semilla del salvese quien pueda, papeleta mato a menu y la garata con puno que han dado como resultado la mas penosa degradacion de dignidad ciudadana ,nunca vista en Republica Dominicana. Lo antes senalado es un recordatorio del viejo adagio de que “quien siembra vientos cocecha tempestades” y un amplio preambulo para este pequeno parrafo del escrito de Euclides Gutierres Feliz, en el periodico El Nacional del 17 de nov. sobre el camino que lleva la otrora organizacion politica ejemplo de America hoy convertida sencillamente en una mas. En otra entrega tratare el articulo senalado, ahora les dejo esta perla de Euclides:
¿Qué pasa en el PLD? ¿Vamos a aceptar los que fundamos y hemos dirigido por más de 30 años la obra de Juan Bosch que la imprudencia, el individualismo, la ignorancia, la falta de sensatez y la corrupción, sigan arrastrando al PLD y al gobierno que encabeza el compañero Leonel Fernández a una emboscada, que nos sumerja en el zafacón de la historia? O enfrentamos con honestidad y valentía los desafíos y damos cumplimiento a los compromisos contraídos con el pueblo, o disolvamos al PLD y dejemos que la nación, a la deriva, caiga en manos de quienes no sienten por ella amor y respeto; y que las generaciones futuras tengan de nosotros, al expresar sus juicios históricos, indetenibles calificativos de traidores, renegados apóstatas, negadores de la fe en la República.
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