La impotencia se apodera de mí y supongo de muchos dominicanos más. Uno se pregunta bajo cual licencia la policía nacional decide sobre la vida de los ciudadanos? El hecho de que los delincuentes no tengan ningún reparo en quitarle la vida a sus victimas, es una razón valedera para que la policía los mate, aun cuando son capturados con vida?
De ser así, deberíamos autorizar por ley a la PN para que, buscando en sus archivos, haga un censo de la cantidad de delincuentes que tiene el país, ver cuantos de ellos están bajo rejas y al resto buscarlos en sus casas y trabajos, reunirlos en el estadio quisqueya, invitar al pueblo, sin pagar entrada, y fusilarlos todos.
Ya no tendrían que recurrir al argumento del intercambio de disparos, que la población no cree, ni dejar boquiabiertos a quienes aspiramos a una sociedad mas civilizada, menos bárbara.
Mi frustración ante la ignominia, que me recuerda los tiempos de jóvenes desaparecidos, de madres y esposas enlutadas por la sed de sangre de quienes obran en nombre del poder, de recogimiento forzado, del auto toque de queda, de no hablar por el temor de la persecución, hace correr las lagrimas por mis mejillas y me impide darle un ápice de razón, a quienes con placa como patente de corso, actúan como criminales y someten a un pueblo al terror, en nombre de su lucha contra una delincuencia que en vez de reducirse aumenta, aunque se diga lo contrario.
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Miembros del cuerpo élite Swats de la Policía rastreaban este martes las zonas boscosas y montañosas de Guayubín y Villa Vásquez, en busca de un tercer hombre que integraba el grupo que se dice secuestró al joven Eduardo Antonio Baldera Gómez quien luego de 22 días escapó ante un descuido de sus plagiadores.
La Marina de Guerra de Las Canas, Villa Vásquez, afirmó hoy que entregó sano y salvo a Cecilio Díaz, luego de haberse identificado a un grupo de campesinos en Los Conucos, y por su lado, el alcalde pedáneo de Sabana Cruz, en Guayubín, ratificó que entregó en buen estado físico a William de Jesús Checo Batista.
Díaz y Checo Batista luego, según la Policía, murieron en un supuesto enfrentamiento en Buen Hombre, pero los campesinos dijeron a periodistas que “en la zona no hemos escuchado ni un disparo de un revólver de mito”.
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